Unidad de Pared Abdominal Compleja en Madrid: Cirugía avanzada para lesiones abdominales

Si has sido operado de una hernia y ha vuelto a reproducirse… Si tras una cirugía abdominal has sufrido una eventración y no consigues que se recupere… 

Si tras un parto tienes diástasis de los músculos abdominales rectos y tu figura ha perdido su atractivo...Si padeces o te han quitado un tumor desmoide pero has tenido una recaída... Esta Unidad de Pared Abdominal Compleja puede ser lo que necesitas.

Es probable que no hayamos sido tu primera opción.

Es casi seguro que ya te hayan operado de algún defecto en tu pared abdominal.

Me atrevería a afirmar incluso que has tenido una o más recidivas (recaídas).

Es posible que hayas venido buscando un centro con una unidad especializada en pared abdominal que te pueda operar de tu problema de patología abdominal.

Bien.

Hemos concebido nuestra Unidad de Pared Abdominal Compleja para pacientes que buscan resolver su patología abdominal de la forma más duradera y permanente posible.

¿Buscas una Unidad de Pared Abdominal Compleja para tu patología abdominal?

Nuestra unidad puede ayudarte a resolver tus problemas con hernias, eventraciones, diástasis abdominal, tumores desmoides, ...

Laparoscopia:
Una forma mínimamente invasiva (y máximamente efectiva) de tratar las hernias inguinales

Verás, las hernias inguinales son habituales y se dan con más frecuencia en los hombres.

La patología de pared abdominal suelen aparecer como resultado de una debilidad de la pared abdominal, tras realizar una actividad extenuante, grandes esfuerzos, embarazo y parto e incluso por tos o estornudos crónicos como los que se producen en algunos fumadores.

La hernioplastia inguinal abierta es la forma clásica de operar las hernias inguinales:

En este procedimiento, que se puede hacer con anestesia local más sedación, bien con anestesia raquídea o bien con anestesia general, el cirujano realiza una incisión en la ingle y reduce y recoloca  el tejido que sobresale al interior del abdomen. Luego, se repara el área debilitada y se refuerza con una malla sintética (hernioplastia).

Existe una forma menos invasiva de operar las hernias inguinales. Y es mediante la hernioplastia inguinal laparoscópica.

Sin embargo, La hernioplastia inguinal laparoscópica debe ser realizada en unidades cuyos equipos quirúrgicos estén adecuadamente entrenados en la técnica y la realicen regularmente.

Nosotros llevamos más de 15 años operando hernias inguinales con abordaje por vía laparoscópica.  

El tratamiento laparoscópico de la hernia inguinal permite reparar a nivel pre-peritoneal donde se produce el defecto herniario, con un acceso mínimamente invasivo, reduciendo el dolor postoperatorio y el periodo de recuperación.

Solo necesitamos hacer tres pequeñas incisiones, una de un centímetro y dos pequeñitas de medio centímetro. Una incisión sirve para introducir una cámara diminuta (óptica de laparoscopia) y observar tu interior. Las otras incisiones sirven para introducir el instrumental o pinzas laparoscópicas con el que realizamos tu intervención. De hecho, introducimos también una malla sintética para reforzar el área debilitada.

Habitualmente operamos por vía pre-peritoneal las hernias inguinales por una sencilla razón: podemos reparar los dos lados haciendo solo tres pequeñas incisiones. 

Con este procedimiento mínimamente invasivo, el paciente se opera en régimen de Cirugía Mayor Ambulatoria. Es decir, se opera por la mañana y se va de alta ese mismo día para casa. Y está prácticamente haciendo vida normal desde el día siguiente.

Las personas que tienen una reparación laparoscópica pueden tener menos malestar y cicatrices después de la cirugía y pueden regresar más rápido a sus actividades habituales. 

Al presentar menos dolor que tras la reparación abierta, muchos pacientes requieren escasa cantidad de analgésicos y se recuperan rápidamente.

La reincorporación a sus actividades habituales y, en especial el retorno a la actividad laboral, es significativamente más rápida que en cirugía abierta, con una reducción considerable de días de baja laboral.

La laparoscopia es una opción ideal:

  • Para las personas cuya hernia reaparece después de una cirugía abierta anterior.
  • También es una buena opción para quienes tienen hernias en ambos lados del cuerpo (bilateral).
  • Especialmente indicadas para personas deportistas “ hernia del deportista”.
  • También tiene su indicación en hernia inguinal primaria unilateral en paciente laboralmente activo que precise una reincorporación laboral precoz.
  • Cansancio.
  • Dificultad en la respiración debida a la ascitis (acumulación de grandes cantidades de fluidos en la cavidad abdominal).

Hoy en día la mayoría  de la hernias inguinales son candidatas para ser operadas por vía laparoscópica.

Eso sí, para reducir las posibilidades de que la hernia vuelva a ocurrir, es clave que tu cirujano tenga mucha experiencia en el procedimiento laparoscópico.

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"Creo en ella y sobre todo en la recuperación que tienen los enfermos.
Es una cirugía que va realmente bien."


Dr Pedro Martín Marfil

¿Quieres minimizar las posibilidades de recaída de tu hernia inguinal?

Maximiza tus resultados con nuestra cirugía laparoscópica mínimamente invasiva.

Eventración:
la hernia que aparece en 1 de cada 3 cirugías con incisión en la pared abdominal

Cuando tras una cirugía de pared abdominal, se produce una debilidad o una mala cicatrización, hablamos de eventración o hernia incisional a la exposición, protrusión o hernia de vísceras abdominales, a través de una zona u orificio de la pared abdominal debilitada quirúrgica o traumáticamente.

Hablamos de eventración cuando hay una cicatrización previa de la herida quirúrgica, pues de lo contrario nos encontraríamos ante una evisceración.

A diferencia de las hernias ventrales primarias, en las eventraciones el prolapso (lo que asoma) del contenido abdominal se produce en un lugar de la pared donde no existe una zona de debilidad previa o un orificio congénito o natural.

La alta incidencia de hernias de la pared abdominal, entre las que se incluyen las eventraciones, convierte a esta patología en un importante problema de salud pública en todo el mundo.

Se calcula que la frecuencia de la hernia incisional o eventración está entre el 12-15% de todas las laparotomías efectuadas, aumentado su frecuencia hasta el 23-40% en caso de que exista infección añadida de la herida quirúrgica.

Las eventraciones pueden producirse por varias razones.

Por un lado, pueden darse por características en el paciente:

  • Obesidad.
  • Edad avanzada.
  • Tabaquismo.
  • Una mala nutrición.
  • Enfermedades que afectan la producción de colágeno (necesario para crear el tejido cicatrizal).
  • Tomar inmunosupresores.
  • Tratamiento con corticoides.
  • Complicaciones en la cirugía previa en relación con complicaciones de la herida e infección.
  • Relaparotomías…

Pero lo más habitual es que la causa esté en la propia cirugía y en la técnica de cierre de la pared abdominal por parte del cirujano.

Tratamiento de las eventraciones: mejores resultados cuanto más experto es tu cirujano

El tratamiento de la eventración es quirúrgico.

Y cuanto antes mejor. Ya que su evolución natural es el aumento de tamaño y eso hace que cuanto más tiempo pase más aumenta la dificultad de reparación y las probabilidades de desarrollar complicaciones.

Quizá la primera razón para indicar el tratamiento quirúrgico sea la presencia de síntomas, tales como molestias abdominales, dolor, e incluso razones estéticas.

Lo malo es que cuantas más cirugías se lleven a cabo en la zona, peores suelen ser los resultados.

Los riesgos más importantes de las eventraciones son la incarceración, la disfunción respiratoria, la fibrosis de la pared abdominal, los problemas cutáneos o el aumento progresivo de tamaño.

Todas hernias de la pared abdominal, incluidas las eventraciones, tienden a aumentar.

Esto puede llegar a ser un reto para la pericia y la experiencia del equipo quirúrgico. Por eso es clave la valoración preoperatoria del paciente, morfología del mismo, antecedentes quirúrgicos, ubicación de la hernia, tamaño, situación de la piel, enfermedades intercurrentes y sintomatología que presenta, para indicar una correcta corrección de su defecto herniario y, asimismo, que el paciente se encuentre en unas condiciones óptimas para la cirugía y así minimizar las complicaciones postoperatorias.

Por eso es importante llevar a cabo una cirugía adecuada y duradera, a ser posible realizada por un cirujano experto y en una unidad especializada en pared abdominal.

Reparación Primaria de eventraciones

Esta técnica consiste en el cierre primario del defecto de pared abdominal, bien por sutura directa de sus bordes o mediante solapamiento de los mismos con o sin incisiones de descarga (técnica de Mayo, técnica de Jud)  que consiste en reconstruir los defectos en la línea media haciendo un cierre sin tensión que ayude a recrear la dinámica de la pared abdominal.

Reparación de eventraciones con Prótesis

La operación suele consistir en reforzar el área afectada mediante el uso de mallas quirúrgicas.

Estas malas suelen ser de material protésico sintético. Existe también prótesis biológicas o plastias autólogas, pero su uso se reserva para los casos de fracaso de las prótesis sintéticas o en campos quirúrgicos comprometidos (infección, necrosis, fístula) donde las mallas sintéticas están contraindicadas.

El uso de estas mallas mejora con creces los resultados finales si los comparamos con los inconvenientes que puede presentar como molestias por introducir un cuerpo extraño en el organismo o, en algunos casos raros, infección.

Prácticamente todas las hernias ventrales tienen indicación de ser reparadas por vía laparoscópica, ya sean hernias primarias o incisionales (post-laparotómicas, post-trocar o recidivadas).

Para ciertos grupos de pacientes las eventraciones pueden resolverse mediante cirugía laparoscópica, reduciendo los tiempos y molestias del postoperatorio y ayudando a una rápida reincorporación a la vida normal.

Por su elevada incidencia, su dificultad técnica, y la necesidad de un conocimiento preciso y actualizado de anatomía y nuevas técnicas quirúrgicas, es fundamental escoger un cirujano experto en pared abdominal para tratar la eventración primaria o la que haya sido operada en varias ocasiones (recidivada).

¿Tienes una eventración en tu pared abdominal y quieres evitar otra recaída?

Deja que ponga a tu servicio mis 15 años de experiencia tratando lesiones en la pared abdominal.

Diástasis de músculos rectos anteriores
¿Cirugía estética o cirugía de pared abdominal?

Otro paciente que puede beneficiarse de nuestra Unidad de Pared Abdominal Compleja son aquellos a los que la pared abdominal se les ha dado de sí, debido al adelgazamiento y laxitud de la línea alba.

Esto, que se llama diástasis de músculos rectos anteriores, es habitual en mujeres, tras uno o más embarazos, aunque en hombres también puede ocurrir por problemas relacionados con obesidad, ascitis o actividad física activa.También se relaciona con enfermedades del tejido conectivo.

La diástasis de los músculos rectos anteriores es responsable de que la tripa se quede deformada tras el parto.

Pero no es solo un problema estético, también puede comprometer la función de la pared abdominal por desplazamiento de los órganos internos y ocasionar  molestias en la zona lumbar.

Suele ser asintomática y presentarse como un abultamiento en la línea media abdominal, normalmente por encima del ombligo, que se marca más al estar de pie y al flexionar el abdomen y que desaparece al estar tumbado.

Su diagnóstico es clínico mediante exploración física, pudiéndose palpar la separación entre ambos músculos rectos. La ecografía y la resonancia magnética pueden ser útiles para medir la distancia entre los músculos rectos y en casos de duda diagnóstica.

La indicación quirúrgica es por motivos estéticos.

La cirugía habitual para resolver la diástasis de los músculos rectos anteriores consiste en suturar  desde el apéndice xifoides del esternón hasta el pubis,  los dos músculos rectos anteriores con una o varias  suturas. En caso de que se haya hecho cesárea, se puede acceder desde esa cicatriz, para ser más estéticos

Puede realizarse por vía laparoscópica o por vía abierta, siendo esta última la más extendida, y puede o no colocarse malla.

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"A nuestra unidad suelen venir muchas mujeres derivadas por su ginecólogo, para una valoración quirúrgica a los 6 meses del parto."


Dr Pedro Martín Marfil

Esta cirugía se realiza bajo anestesia general. Lo habitual es que una paciente que se someta a esta intervención se quede ingresada entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas para control del dolor. Normalmente, la paciente ya está acostumbrada a realizar su actividad normal con su diástasis de los músculos rectos. Y cuando el cirujano los aproxima a la línea media, provoca una tensión para cerrar el defecto que tiene. Y esa tensión se puede traducir en dolor en las primeras 24h, hasta que los tejidos se distienden.

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"Al principio yo les digo a mis pacientes: “te va a doler nada más abrir los ojos”. ¿Por qué? Porque tú utilizas el abdomen para hablar, para respirar, para comer, para incorporarte, para ir al baño a hacer deposición sin querer. Tú estás trabajando ahí la pared abdominal.

Lo bueno de las diástasis de los músculos rectos anteriores por embarazo es que las mamás son gente joven que suelen tener una buena pared abdominal y, en la mayoría de los casos, no precisan malla o no se la solemos poner."


Dr Pedro Martín Marfil

En algunos casos, junto con esta reubicación se colocan mallas de quirúrgicas para reforzar el área afectada. Lo bueno de las diástasis de los músculos rectos anteriores por embarazo es que las mamás suelen tener una buena pared abdominal y, en la mayoría de los casos, no precisan maya o no se la solemos poner.

Técnica REPA (Reparación Endoscópica Pre-Aponeurótica)

Desde hace unos años estamos operando la diástasis de recto mediante laparoscopia.

En lugar de hacer la incisión de cesárea, la alternativa es entrar por la pared abdominal a través de 3 pequeñas incisiones:

una para introducir el laparoscopio (microcámara para observar el interior) y otras dos para ir recorriendo las paredes, disecar el subcutáneo e ir suturándolo desde dentro.

Esta novedosa técnica puede reducir las complicaciones derivadas de una mala cicatrización.

¿Diástasis de músculos rectos anteriores tras un embarazo?

Podemos ayudarte a recuperar tu estética y funcionalidad por mucho menos de lo que te pedirá un cirujano plástico.

Y con el aval de 15  años tratando lesiones en la pared abdominal.

Cuándo y por qué puedes necesitar cirugía para resolver una hernia umbilical

La hernia umbilical es la que se forma en el ombligo.

El ombligo es la cicatriz dejada por la inserción del cordón umbilical tras la trombosis de las arterias y vena umbilicales después del nacimiento. Se localiza en la línea alba a mitad de camino entre el apéndice xifoides y el pubis.

El ombligo constituye un punto débil de la pared abdominal.

Las hernias umbilicales son más frecuentes entre los 40 y 60 años de edad.

Los procesos de distensión abdominal favorecen su aparición, lo que explica la mayor incidencia de hernia umbilical en pacientes con obesidad, cirrosis hepática, sometidos a diálisis peritoneal o en mujeres (especialmente en multíparas y obesas).

No es un problema grave, pero puede producir dolor al realizar ciertas actividades de la vida diaria. La hernia umbilical se presenta clínicamente como un bulto en el ombligo que aumenta que disminuye con al tumbarse y que puede presentar dolor o disconfort.

Las hernias umbilicales suelen desaparecer por sí solas en los niños antes de los 4 años, cierre espontáneo, pero si le ocurre a un adulto es necesario recurrir a cirugía.

Este tipo de hernias suelen tener un orificio pequeño con un saco herniario grande y frecuentemente adherencias entre el contenido y el saco herniario, lo que favorece la aparición de episodios de incarceración.

Por este motivo es recomendable la intervención quirúrgica de la hernia umbilical, aunque en algunas de ellas de pequeño tamaño y asintomáticas, puede ser recomendable esperar y ver cómo evoluciona.

Si no tienes síntomas de dolor, la cirugía puede esperar, un tiempo, pero cuando se siente dolor es preferible no esperar y acudir a una cita médica para el diagnóstico ya que tienden a crecer y puede incarcerarse. 

Hay dos tipos de cirugía para reparar una hernia umbilical:

Cirugía Abierta para hernia umbilical

Es la técnica más tradicional. Aquí, el cirujano realiza un pequeño corte en la zona umbilical para, durante la intervención, realizar una reparación con tensión (sutura simple) o sin tensión tras colocar  una malla con el doble objetivo de reforzar el área debilitada y evitar la formación de futuras hernias en ese mismo lugar. Las técnicas con tensión presentan un 10-54% de recidivas, y las sin tensión un 1-20%.

Esta cirugía se realiza en casos en los que la hernia es grande. También es adecuada para los casos donde ya se han realizado anteriores cirugías en el mismo área.

Cirugía de hernia umbilical por laparoscopia

Es una cirugía mínimamente invasiva, que permite al paciente volver a su vida normal en un tiempo menor comparado con la cirugía abierta. Además, la cicatriz que queda tras la operación es mucho pequeña, el riesgo de pérdida de sangre es menor y los dolores del postoperatorio son más llevaderos porque la herida es más pequeña.

La técnica consiste en insuflar el abdomen con aire para que el cirujano pueda manipular mejor los tejidos. A continuación, se hace una pequeña incisión por donde se introduce una cámara microscópica (laparoscopio) que permite al cirujano guiarse e introducir otras sondas para operar y coser tras finalizar.

La técnica a emplear dependerá del tamaño de la hernia y de las características clínicas del paciente. La decisión sobre qué técnica es más adecuada siempre es consensuada entre el paciente y el cirujano, que explicará las opciones de tratamiento idóneo para tu caso.

¿Tienes una hernia umbilical que te produce dolor?

Es recomendable que visites a un cirujano experto en lesiones de pared abdominal para que te proponga la cirugía más adecuada para tu caso.

Cirugía para tratar la hernia de Spiegel

La hernia de Spiegel es una hernia muy poco frecuente que representa del 0,1%-2% de todas las hernias de la pared abdominal.

Estas hernias aparecen a través del área semilunar de Spiegel, localizada entre la fascia del músculo recto anterior y las vainas de los músculos laterales (oblicuo mayor, menor y transverso). También reciben el nombre de hernia interparietal, al localizarse generalmente debajo del músculo oblicuo mayor, entre las diferentes capas musculares de la pared abdominal.

En ocasiones se asocia a otra hernia, como las inguinales, lo que dificulta aún más su verdadero diagnóstico

El síntoma más frecuente de la hernia de Spiegel es un dolor abdominal moderado que aumenta con los esfuerzos.

Suele aparecer una protuberancia por debajo del ombligo. A veces, al aparecer debajo del oblicuo, a diferencia de otras hernias, al tensar la pared abdominal es más difícil de delimitar.

La forma más frecuente de presentación es como un dolor abdominal moderado que aumenta con los esfuerzos y que mejora en situación de reposo. Se suele acompañar de abultamiento infraumbilical en el borde externo del músculo recto, reducible con el decúbito, que suele ser blando al tacto y es posible que si se ejerce presión sobre él estando tumbado, se introduzca en el interior del abdomen, y que se manifiesta tras la maniobra de Valsalva.

Para diagnosticarla es necesario realizar un estudio por imagen porque el diagnóstico mediante exploración física es difícil. La ecografía puede visualizarla pero la RM es la técnica de imagen más eficaz. 

Si te han diagnosticado una hernia de Spiegel, la única solución efectiva es el tratamiento quirúrgico. El tratamiento debe ser siempre quirúrgico para evitar las posibles complicaciones debido a su ubicación y a que en el 75% de los casos el orificio por donde se produce la hernia es de menos de 2 cm de diámetro.

Puede repararse mediante cirugía  por vía anterior (hernioplastia con malla) o por vía laparoscópica.

La técnica más recomendable es la cirugía laparoscópica y la colocación de una malla quirúrgica para reforzar la zona e impedir que vuelva a aparecer.

La ventaja de esta cirugía es que es mínimamente invasiva y el postoperatorio es breve y con pocas molestias, pudiendo reanudar la vida normal a los pocos días tras la operación.

Este tipo de intervenciones pueden realizarse en Régimen de Cirugía Mayor Ambulatoria o con un ingreso hospitalario de 24 h para control del dolor. Es decir, te operas por la mañana y por la tarde te damos el alta y puedes estar de vuelta a casa.

¿Sospechas que puedes tener una hernia de Spiegel?

Una consulta conmigo para confirmar el diagnóstico es el primer paso para ponerle solución con una cirugía mínimamente invasiva.

Tumores de desmoides

Los tumores desmoides (TD) son una enfermedad rara (5-6 casos por millón de habitantes/año) que consiste en la proliferación de células fibroblásticas sin potencial metastásico; a pesar de ser por lo tanto benignos, se caracterizan por una importante agresividad local que causa una alta tasa de recurrencia.

Otro término para los tumores desmoides es fibromatosis agresiva.

Según su localización, podemos dividirlos en 2 grupos: TD extrabdominales (miembros, tronco, cabeza y cuello, pared torácica/abdominal) y TD intrabdominales.

El origen no está completamente claro; se cree que pueden ser la consecuencia de un fallo de la compleja regulación de la cicatrización de los tejidos.

En la mayoría de los casos, se presentan como una masa indolente en las extremidades o en la pared torácica o abdominal.

En general, los signos y síntomas son estos:

  • Una masa o un área de hinchazón en la pared abdominal.
  • Dolor.
  • Distensión abdominal.
  • Náuseas, cuando se producen en el abdomen.

Las pruebas de imagen no tienen datos específicos y patognomónicos; sin embargo, el TAC es útil en los tumores intrabdominales mientras la Resonancia Magnética (RM) es beneficiosa en los que afectan las extremidades, la pelvis o la pared.

El PET y la RM son herramientas adecuadas para valorar una respuesta al tratamiento y en el seguimiento futuro.

A pesar de las pruebas de imagen, la biopsia del tumor es un punto imprescindible en el diagnóstico cierto de los TD.

Pese a ser benigno, este tumor tiende a la recaída. El plan de actuación dependerá de cada paciente pero, en general, el objetivo de la intervención es evitar las recidivas (que se repita)

Actualmente la indicación de cirugía es un 16% en los TD de la pared abdominal y un 4% en los TD extrabdominales.

Lo habitual en estos casos es recurrir a una cirugía para extirpar todo el tumor y un pequeño margen de tejido sano que lo rodea. En ocasiones, el tumor ha crecido y afectado estructuras cercanas y no se puede extirpar por completo. En estos casos, el cirujano debe tratar de extirpar la mayor parte del tumor que sea posible. En cualquier caso, el cirujano colocará un buen parche en la zona tumoral para evitar su reaparición.

En muchos casos, también es recomendable aplicar varios ciclos de quimioterapia o de radioterapia para tratar  las posibles células tumorales que hayan quedado tras la intervención. 

La Unidad de Pared Abdominal Compleja de CIRDIONCO está dotada de toda la infraestructura necesaria para la intervención en tumores de desmoides.

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En esta página te hemos presentado las patologías más comunes que tratamos a diario en nuestra unidad.

Lo ideal es que tengas una consulta diagnóstica conmigo para que te aconseje el tratamiento adecuado para tu caso y tomes una decisión informada.

Es muy probable que tu caso sea candidato para uno de los tratamientos mínimamente invasivos que te he descrito. Si quieres que ponga a tu servicio mis  más de 20  años tratando complicaciones de pared abdominal, pide una cita ahora:

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